El 50% de la población sufre problemas de halitosis o mal aliento, fundamentalmente vinculados al estrés, a la mala higiene dental o a los problemas periodontales, según datos recogidos por especialistas en salud bucodental con motivo del Salón Internacional de Equipos, Productos y Servicios Dentales (Expodental 2006), que se ha celebrado recientemente en Madrid.
El diagnóstico y medición de la halitosis se hace fundamentalmente a través de la evaluación directa, es decir, mediante el propio olor de la saliva o aliento de la persona. Pero este método diagnóstico personal, en opinión de los expertos, es particularmente deficiente, ya que el sentido del olfato se desensibiliza ante los olores repetitivos.
El diagnóstico y medición de la halitosis se hace fundamentalmente a través de la evaluación directa, es decir, mediante el propio olor de la saliva o aliento de la persona. Pero este método diagnóstico personal, en opinión de los expertos, es particularmente deficiente, ya que el sentido del olfato se desensibiliza ante los olores repetitivos.
Hoy en día, gracias a las continuas investigaciones en el campo de la tecnología semiconductora, ha sido posible fabricar un medidor de aliento, de tamaño reducido y con un precio asequible, que permite medir en tiempo real el estado del aliento en tan solo tres segundos.
Una vez detectada la halitosis existe una amplia gama de soluciones eficaces, como los colutorios con gluconato de clorhexidina, chicles dentales o los dentífricos con peróxido de hidrógeno, entre otros. Aunque estos productos ayudan a combatir el mal aliento, para su completa erradicación suele ser necesario el diagnóstico y prescripción por especialistas que, entre otras indicaciones, recomendarán un cepillado regular de los dientes, el uso del hilo dental y la limpieza de la capa de recubrimiento de la lengua. En caso de problemas gastrointestinales, también puede ser necesario un tratamiento médico específico.
Una vez detectada la halitosis existe una amplia gama de soluciones eficaces, como los colutorios con gluconato de clorhexidina, chicles dentales o los dentífricos con peróxido de hidrógeno, entre otros. Aunque estos productos ayudan a combatir el mal aliento, para su completa erradicación suele ser necesario el diagnóstico y prescripción por especialistas que, entre otras indicaciones, recomendarán un cepillado regular de los dientes, el uso del hilo dental y la limpieza de la capa de recubrimiento de la lengua. En caso de problemas gastrointestinales, también puede ser necesario un tratamiento médico específico.
El influjo de la saliva
Tal y como relata el Colegio de Farmacéuticos de la Provincia de Barcelona, el momento del día tiene una relación inversa con el flujo de la saliva. Cuando dormimos no segregamos tanta saliva como de día o cuando estamos despiertos, por lo que la boca se seca y el olor del aliento empeora.
Según el citado Colegio, además:
» El aliento es peor cuando se empieza a hablar.
» Las mujeres pueden tener halitosis en los días de la menstruación.
» Una mayor edad puede ser un factor que facilite el mal aliento.
» Las prótesis dentales favorecen la halitosis si se acumulan restos de comida.
» El hambre y el ayuno pueden ser causa de halitosis. Saltarse una comida o ingerir demasiadas calorías contribuyen a ello.
» Alimentos como la cebolla, el ajo, el brécol, las especias aromáticas, el alcohol y las legumbres, por ejemplo, después de ser ingeridos se incorporan al flujo sanguíneo a través de la mucosa gástrica y son liberados posteriormente a la saliva y a los pulmones. De esta forma, puede prolongarse el mal aliento hasta 72 horas después de haber tomado estos alimentos. Este tipo de mal aliento no se puede eliminar con ningún tratamiento ni ningún producto conocido.
» Los tratamientos a los que se puede recurrir son colutorios con antisépticos. Los más usados son clorhexidina, hexetidina y povidona yodada. La clorofila se utiliza por su actividad desodorante en pastillas y chicles. Algunos preparados contienen también sales de zinc que parece ser que reducen los compuestos volátiles sulfurosos. Consulte con su farmacéutico, le recomendará el producto adecuado en cada caso.
Más información: www.farmaceuticonline.com
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¿CÓMO PREVENIR EL MAL ALIENTO?
» Cepíllese los dientes por lo menos dos veces todos los días con una crema dental con flúor. Asegúrese de cepillarse tanto en el borde de la encía como en toda la superficie de los dientes. Cada vez que se lave los dientes use también el cepillo para limpiarse la superficie de la lengua.
» Utilice la seda dental por lo menos una vez al día para eliminar la comida que queda atrapada entre los dientes.
» Coma más frutas y verduras y reduzca el consumo de carne.
» Evite ciertos alimentos que hacen que se produzca el mal aliento, como la cebolla o el ajo. También las bebidas que contienen alcohol.
» No fume. El tabaco también produce mal aliento.
» Algunas veces una boca seca puede tener un olor desagradable. Si su boca está reseca tome un caramelo de menta o un chicle sin azúcar o beba agua.
» La mayoría de los enjuagues bucales no tienen un efecto duradero sobre el mal aliento. Si utiliza un colutorio, enjuáguese la boca con él durante 30 segundos antes de eliminarlo.
» Si usa dentadura postiza quítesela de noche, cepillela y sumérjala en una solución desinfectante. Los puentes removibles también deben limpiarse. Siga las recomendaciones de su dentista.
» Acuda al dentista dos veces al año para realizarse una limpieza dental.
» Si el mal aliento persiste, visite a su médico para que pueda determinar qué factor lo está causando.
FUENTE: Academia Americana de Médicos de Familia.
TANTAS CAUSAS COMO FUENTES DE BACTERIAS
Es importante destacar que el mal aliento se origina, en un 90% de los casos, en la boca. Existen tantas causas del mal aliento como fuentes de bacterias en la boca. La halitosis puede ser causada por los siguientes factores:
» Ciertos alimentos. Algunos alimentos están implicados en gran medida en el mal aliento; es el caso del ajo y de la cebolla.
» Escasa higiene dental. Sin el cepillado ni la limpieza con hilo dental adecuados y continuos, la comida permanece en la boca, que es un terreno abonado para la reproducción de bacterias, las cuales, a su vez, causan el aliento fétido.
» Limpieza inadecuada de la dentadura postiza. Las dentaduras postizas que no se limpian adecuadamente también pueden acumular bacterias y restos de alimentos que causan el mal aliento.
» Enfermedad periodontal. Uno de los síntomas primarios de esta afección de las encías es el aliento fétido y un sabor desagradable en la boca. Esta situación requiere de la intervención inmediata de un dentista.
» Xerostomía (boca seca). Este problema contribuye en gran medida a la presencia de halitosis. Se caracteriza por una reducción significativa en la producción de saliva; la boca es incapaz de limpiarse por sí misma y eliminar los restos de alimentos. La boca seca puede estar causada por ciertos medicamentos, por un desorden de las glándulas salivares o por la respiración continua por la boca en vez de por la nariz.
» Tabaco. No sólo mancha los dientes sino que también contribuye al mal aliento. Los fumadores tienen un mayor riesgo de sufrir enfermedad periodontal, pérdida del gusto e irritación de las encías.
» Una enfermedad. El mal aliento puede ser un indicador o un síntoma de infección respiratoria (infección nasal, bronquitis crónica, sinusitis crónica), diabetes, trastorno gastrointestinal, hepático o renal.
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