¿Qué es el mioma o fibroma uterino?
El que un útero de una mujer desarrolle miomas y se haga grande parece depender de los estrógenos. Todas aquellas situaciones en las que existe un desequilibrio hormonal a favor de los estrógenos favorecen la aparición de los miomas. Un ejemplo lo tenemos en la obesidad. El exceso de grasa en la mujer condiciona niveles de estrógenos elevados y una mayor frecuencia de aparición de estos miomas. Sin embargo, nos encontramos con muchas mujeres que desarrollan miomas que no tienen problemas de sobrepeso y de obesidad. El porqué unas mujeres, a igualdad de condiciones, tienen miomas y otras no lo desconocemos. Se piensa que existe cierta predisposición genética a padecerlos. Pero lo que sí sabemos es que el útero de estas mujeres es más sensible a la acción de los estrógenos, ya que la ausencia de estos tumores en la infancia y su regresión en la menopausia apoyan la dependencia de los estrógenos de este tipo de tumor. Además es importante que sepas:
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Los miomas pueden causar dolor pélvico aunque los síntomas más característicos son la hinchazón abdominal y los sangrados uterinos abundantes, por lo que es frecuente la anemia en estas mujeres. Cerca del 30% de las mujeres que tienen miomas no presentan ningún tipo de síntoma y su presencia puede ser una causa de infertilidad. Este hecho es importante ya que a muchas mujeres que acuden al ginecólogo porque no se quedan embarazadas, se les descubre que tienen un mioma que puede ser la causa de su infertilidad. Cuando se hacen muy grandes pueden crear problemas urinarios, estreñimiento crónico y hemorroides ya que el mioma puede comprimir tanto a la vejiga como al recto. |
Ante un crecimiento del útero, la ecografía ginecológica abdominal o transvaginal junto a la palpación serán esenciales para descartar que el aumento del tamaño del útero sea debido a un embarazo. Posteriormente el médico te informará de que el mioma o fibroma es un tumor del útero benigno y no canceroso. Además te indicará lo importante que son los controles periódicos en el diagnóstico y control posterior de los miomas. |
El tratamiento de los miomas va a depender de tu edad, de que desees tener hijos o no, del número, tamaño y localización de los miomas y de la sintomatología que presentes. Como es frecuente que tengas anemia, ya que se pierde más hierro del habitual por una menstruación normal, es conveniente que consumas alimentos ricos en hierro y, si fuera necesario tras un análisis de sangre, la toma de suplementos de hierro, siempre recetados por tu médico, que te ayudarán a sentirte mejor. Si eres gordita, es importante que pierdas peso para que no crezcan los miomas. Si eres una mujer que desea tener hijos y el mioma puede ser el causante de tu infertilidad, la mejor medida será la quirúrgica. Pero no te asustes, existen técnicas muy poco agresivas como la histeroscopia y la laparoscopia que evitan abrirte la tripa y normalmente el mismo día de la intervención o al día siguiente estás en casa. Si tus miomas son pequeños y están estables, es decir, no crecen y no tienes síntomas, el mejor tratamiento serán los controles ginecológicos periódicos. Si en éstos se observa que los miomas crecen y/o empiezan a molestarte en forma de dolor, hinchazón abdominal y sangrados excesivos, determinados fármacos como los anticonceptivos, la progesterona y los antinflamatorios que inhiben la síntesis de las prostanglandinas te pueden ayudar a controlarlos. Cuando el útero es muy grande o los miomas crecen muy deprisa, o cuando los síntomas no responden a las medidas farmacológicas, el mejor tratamiento será la cirugía. En ocasiones, la indicación de fármacos antiestrogénicos, como el decapeptil, unos meses antes de la cirugía puede ser útil en mujeres con úteros demasiados grandes o con anemias importantes. |
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