Después de la diabetes, los problemas de corazón, cerebrales y las vasculopatías periféricas, son la principal causa de fallecimiento de los enfermos renales. Eso es lo que justifica el lema que adoptado este año, a escala mundial, para celebrar el Día Mundial del Riñón”, explicó el Dr. Alberto Martínez Castelao, presidente de la Sociedad Española de Nefrología (SEN), celebrado el 10 de marzo.
En efecto, el lema de este año, “Protege tus riñones, salva tu corazón”, tiene como objetivo concienciar a la población sobre la relación entre las enfermedades renales y cardiacas y la importancia de la prevención.
“Se podría definir la incidencia entre los problemas cardiovasculares y la enfermedad renal como un matrimonio mal avenido. La conexión entre ambos es muy frecuente y, de hecho, más de un tercio de los pacientes que sufren insuficiencia cardiaca crónica padecen también cierto grado de insuficiencia renal. Así, cuando un paciente cardiópata presenta una insuficiencia cardiaca, esta situación puede dañar a los riñones y viceversa: la anemia, la hipercolesterolemia o la hipertensión arterial que padece el enfermo con una insuficiencia renal, daña a su vez al corazón”, añadió el presidente de la SEN.
Según el Dr. Julián Pérez-Villacastín, secretario general de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), la incidencia de las cardiopatías en el riñón es muy relevante, de ahí la importancia de llevar a cabo estrategias preventivas respecto a aquellos factores de riesgo que son modificables: “el tabaquismo, que puede afectar a un tercio de la población; la hipertensión arterial, que afecta al 25%; la dislipemia, que afecta a otro 25%; el sobrepeso, con una incidencia del 20%, y el sedentarismo, que afecta también al 20%”, señaló.
El presidente de la SEC se refirió también a la importancia de controlar los factores dietéticos, sobre todo en aquellos pacientes que padecen hipertensión. “Se sabe que en el 50% de los hipertensos la enfermedad se controla mejor si se vigila la ingesta de sal en la dieta y, en este sentido, las últimas evidencias científicas han demostrado que tan solo con reducir la ingesta de sal a 3 gr diarios es posible evitar 50.000 infartos y 33.000 accidentes cerebrovasculares”.
Fuente: www.bitacoramedica.com
Jano, revista digital española, publicado el 11 de marzo de 2011.
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