Un 80% de la población entre 12 y 25 años sufre de este trastorno
inflamatorio de la piel. Los andrógenos y la testosterona, hormonas
sexuales masculinas, estimulan la producción de queratina y grasa,
originando que se obstruyan los poros. En las mujeres, durante el
periodo de la menstruación, se libera testosterona después de la etapa
de ovulación.
Las glándulas sebaceás tienen como función producir grasa para
lubricar la piel, pero al producirla en exceso, parte de la grasa se
queda atrapada en el poro, las bacterias presentes se multiplican y
provocan una inflamación de la piel.
Es difícil determinar la causa, pero algo es seguro, que tanto la
herencia, como una piel grasa, alergias, estrés, medicamentos como
anticonceptivos orales, fármacos antiepilépticos, el consumo de grasas,
principalmente las hidrogenadas, una deficiencia nutricional y un pH muy
alcalino del organismo serán responsables del acné. De aquí partimos
para determinar un tratamiento eficaz contra el acné, en el que la
alimentación podrá ayudarnos a mejorar el aspecto externo de nuestra
piel, pero lo más importante, la salud interna de esta.
El consumo de grasas esenciales presentes en la semilla de linaza,
chía, almendras, nueces, aceites prensados en frío, proporcionan el
ácido esencial gamalinolénico, necesario para conservar la suavidad de
la piel, reparar las células cutáneas lesionadas y disolver los
depósitos de grasa.
Alimentos que nos aporten vitaminas del complejo B (cereales
integrales, carnes, hojas verdes, etc), los que ayudan a mejorar el
flujo sanguíneo hacia la superficie de la piel, principalmente la
vitamina B6 (zanahoria, pollo betabel, huevo, etc), que se ha asociado
con la disminución del acné.
El zinc (yema de huevo, levadura de cerveza, pollo, semillas de
calabaza, semillas de girasol, cereales integrales), necesario para el
funcionamiento de las glándulas sebáceas, ayuda a curar los tejidos y a
prevenir la formación de cicatrices.
La lecitina de soya, mejora la absorción y utilización de los ácidos grasos esenciales.
Un alimento, por sí solo, no es culpable de de acné en todos los
casos; por ejemplo, el chocolate, suele ser una delicia vetada para las
personas que sufren de acné, sin embargo, las verdaderas culpable,
suelen ser las grasas hidrogenadas con las que se fabrican muchos de
ellos; probar con un chocolate artesanal, para diferenciar la reacción
del organismo, suele ser lo más recomendable.
Recuerda que cada organismo es único, si después de ingerir un
alimento provoca cambios en tu piel, elimínalo de tu dieta, pero antes,
asegúrate que tu intestino este limpio, que tu alimentación aporte los
nutrientes necesarios para mantener en buen estado tu piel como el
betabel, zanahoria, soya, cereales integrales, semillas de girasol. Los
alimentos como mantequilla, queso, crema, huevos, pescado, huevos,
carnes, y el trigo, pueden originar acné por una reacción alérgica.
Evita el estrés, ya que este provoca cambios hormonales.
Por último, independientemente de la causa del acné, te invito a que
empieces a cuidar tu piel por la manera más sencilla que es la
alimentación, esta a su vez regularizará lo hormonal y equilibrara lo
genético.
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