23 abr 2016

Científicos prueban con éxito cura para la diabetes tipo 1

Investigadores del MIT y de la U. de Harvard lograron curar la enfermedad en animales de laboratorio. 

Un importante paso hacia la cura de la diabetes tipo 1 dieron investigadores del Instituto Koch del MIT y del Instituto Harvard de Células Madre, en EE.UU., tras probar una técnica que permite proteger a las células beta (productoras de insulina)  del ataque del sistema inmune. 

La fórmula fue probada con éxito en ratones de laboratorio, en los que se logró  apagar la enfermedad durante seis meses.  

 La diabetes tipo 1 es un mal autoinmune en donde el propio organismo destruye las células beta del páncreas, órgano que genera la insulina  que lleva la glucosa a las células del cuerpo.  Por esta razón, las personas padecen la enfermedad deben chequear sus niveles de azúcar diariamente e inyectarse insulina.

Con la nueva técnica, en la que se utilizan células madre que recrean la función de las células beta, ya no será necesario este sistema si se prueba con éxito en humanos.  El estudio demostró que después de la implantación en ratones, las células inmediatamente comenzaron a producir insulina en respuesta a los niveles de glucosa en la sangre y fueron capaces de mantenerla.

“Cuando las células beta están funcionando normalmente, son parte de un sistema exquisitamente afinado, proporcionando con precisión la cantidad de insulina que el cuerpo necesita”, precisó ayer Harvard Gazette. 

Según este medio, este trabajo de bioingeniería de los profesores Daniel Anderson y Robert  Langer trae la promesa de una posible cura para la diabetes tipo 1 a corta distancia. 
 “Este descubrimiento tiene el potencial de proveer a las personas diabéticas de un nuevo páncreas 

protegido del sistema inmune, que permitirá controlar el azúcar en sangre sin necesidad de medicamentos. Al menos este es el sueño”, explicó el doctor Daniel Anderson, profesor de biología en el MIT.
“Estamos muy contentos con esta nueva tecnología y estamos trabajando duro para avanzar a la (fase) clínica”, agregó.

El trabajo fue publicado este lunes en las revistas Nature Medicine y Nature Biotechnology, y representan casi ocho años de trabajo. 

En la investigación también participaron investigadores de la  Universidad de Illinois, del Hospital de Niños de Boston y la Universidad de Massachusetts.

En Chile se estima que al menos un millón 700 mil personas padecen algún tipo de diabetes.

24 jun 2015

Análisis de sangre y saliva para detectar los cánceres de cabeza y cuello


 Un nuevo examen que utiliza la sangre y la saliva para detectar los cánceres de  y  ha dado resultados prometedores en un pequeño número de pacientes, anunciaron investigadores este miércoles.

"Hemos demostrado la posibilidad de detectar y medir en la sangre y la saliva el ADN de estos tipos de cáncer", afirma el doctor Nishant Agrawal, oncólogo y profesor de  de cabeza y cuello de la escuela de medicina Johns Hopkins Medical (Maryland), autor principal del  publicado el miércoles en la revista Science Translational Medicine.
"Nuestras pruebas indican que el análisis genético de la saliva es la mejor manera de detectar los tipos de cáncer de la cavidad oral (lengua, encías, labios), mientras que el ADN del tumor en la sangre parece ser más eficaz para la detección de tumores localizados en la garganta como la laringe, hipofaringe y orofaringe", agrega.
"La combinación del análisis genético de la sangre y de la saliva podría ser, por lo tanto, el mejor método para detectar todos los cánceres de cabeza y cuello", concluye Agrawal.
Para este estudio, 93 pacientes recién diagnosticados con estos tipos de cáncer dieron muestras de saliva, y 47 proporcionaron también muestras de sangre.
En el caso de los cánceres resultantes de la infección por el  del papiloma humano (HPV), Agrawal y su buscaron en la sangre y la saliva de estos pacientes el ADN de estos agentes patógenos transmitidos a menudo a través del contacto sexual.
Para los tumores que no resultan de esos virus - que representan la mayoría de los casos en todo el mundo -, los científicos buscaron firmas de mutaciones genéticas.
Todos los 46 tumores en la cavidad oral fueron correctamente identificados por el análisis genético de saliva.
Y, 16 de los 34 tumores en la orofaringe fueron identificados, siete de laringe (70% de ellos) y dos de tres cánceres de la hipofaringe.
En cuanto a las pruebas ADN cancerígenas en la sangre, permitieron detectar 91% de los tumores de la orofaringe, el 86% de la laringe y 100% de la hipofaringe.
Sin embargo, estudios más extendidos deberán ser llevados a cabo antes de que se pueda establecer la eficacia de esta técnica de detección, estiman los autores.

16 ago 2012

Hallan dos mutaciones genéticas asociadas con la malaria

Científicos alemanes han identificado dos nuevas mutaciones genéticas asociadas con la resistencia de las personas ante una variante grave de la malaria, informó este miércoles la revista británica "Nature".
La malaria o paludismo es una enfermedad causada por parásitos del género Plasmodium que habitan en los mosquitos anófeles y pasan al ser humano con la picadura de los insectos, causando la muerte de alrededor de un millón de personas cada año, sobre todo en África.
El equipo de Christian Timmann, del Instituto de Medicina Tropical "Bernhard Nocht" de Hamburgo (norte de Alemania), descubrió que las dos mutaciones intervienen en varios pasos del desarrollo de la enfermedad.
Timmann llevó a cabo un estudio de asociación del genoma, por el que comparó las diferencias genéticas entre 2.645 pacientes de malaria y 3.050 personas sanas de Ghana, para identificar mutaciones asociadas con la enfermedad.
Así, encontró una mutación en un gen del cromosoma 1, responsable de una proteína que desempeña un papel importante en la fisiología de los glóbulos rojos, las células que albergan al parásito de la malaria.
La otra variante, localizada en el cromosoma 16, podría afectar a un gen encargado de una proteína que interviene en el desplazamiento de las células infectadas por los vasos sanguíneos.
Timmann confía en que el descubrimiento sea de utilidad en el desarrollo de medidas de control contra la infección.

17 mar 2012

Accidente cerebrovascular

  Un accidente cerebrovascular (ACV o ACVA), ictus cerebral, apoplejía, golpe o ictus apoplético, ataque cerebrovascular o ataque cerebral es la pérdida de funciones cerebrales producto de interrupción del flujo sanguíneo al cerebro y que origina una serie de síntomas variables en función del área cerebral afectada.

Lo que diferencia el ACV de otros conceptos similares es la consideración de ser un episodio agudo y la afectación de las funciones del sistema nervioso central

Según su etiología, un ACV tiene dos variantes, isquémicos y hemorrágicos.  El cuadro clínico es variado y depende del área encefálica afectada. 
  
ACV isquémico

Un accidente cerebrovascular isquémico o accidente cerebrovascular oclusivo, también llamado infarto cerebral, se presenta cuando la estructura pierde la irrigación sanguínea debido a la interrupción súbita e inmediata del flujo sanguíneo, lo que genera la aparición de una zona infartada y es en ese momento en el cual ocurre el verdadero "infarto cerebral" y se debe sólo a la oclusión de alguna de las arterias que irrigan la masa encefálica, ya sea por acumulación de fibrina o de calcio o por alguna anormalidad en los eritrocitos, pero generalmente es por arteroesclerosis o bien por un émbolo (embolia cerebral) que procede de otra localización, fundamentalmente el corazón u otras arterias (como la bifurcación de la carótidas o del arco aórtico). La isquemia de las células cerebrales puede producirse por los siguientes mecanismos y procesos:
  1. De origen vascular: Estenosis de las arterias por vasoconstricción reactiva a multitud de procesos ("vasoespasmo cerebral"). Con frecuencia se debe a una disminución del gasto cardíaco o de la tensión arterial produciendo una estenosis y su consecuente bajo flujo cerebral.
  2. De origen intravascular:
    1. Aterotrombótico: Se forma un coágulo en una de las arterias que irrigan el cerebro, provocando la isquemia. Este fenómeno se ve favorecido por la presencia de placas de aterosclerosis en las arterias cerebrales.
    2. Embólico: El émbolo puede ser consecuencia de un coágulo formado en una vena de otra parte del cuerpo y que, tras desprenderse total o parcialmente, viaja hacia el cerebro a través del torrente sanguíneo, o bien otro material llegado al torrente circulatorio por diferentes motivos: fracturas (embolismo graso), tumores (embolismo metastásico), fármacos o incluso una burbuja de aire. Al llegar a las pequeñas arterias cerebrales el émbolo queda encallado cuando su tamaño supera el calibre de las mismas, dando lugar al fenómeno isquémico.
  3. De origen extravascular:
    1. Estenosis por fenómenos compresivos sobre la pared vascular: Abcesos, quistes, tumores, etc  
 ACV hemorrágico

También se denominan hemorragia cerebral o apoplejía y se deben a la ruptura de un vaso sanguíneo encefálico debido a un pico hipertensivo o a un aneurisma congénito. Pueden clasificarse en intraparenquimatosos y hemorragia subaracnoidea.
La hemorragia conduce al ACV por dos mecanismos. Por una parte, priva de riego al área cerebral dependiente de esa arteria, pero por otra parte la sangre extravasada ejerce compresión sobre las estructuras cerebrales, incluidos otros vasos sanguíneos, lo que aumenta el área afectada. Ulteriormente, debido a las diferencias de presión osmótica, el hematoma producido atrae líquido plasmático con lo que aumenta nuevamente el efecto compresivo local. Es por este mecanismo por lo que la valoración de la gravedad y el pronóstico médico de una hemorragia cerebral se demora 24 a 48 horas hasta la total definición el área afectada. Las causas más frecuentes de hemorragia cerebral son la hipertensión arterial y los aneurismas cerebrales.
  
Cuadro clínico
Los síntomas de un accidente cerebrovascular son muy variados en función del área cerebral afectada. Desde síntomas puramente sensoriales a los puramente motores, pasando por los síntomas sensitivomotores. Los más frecuentemente diagnosticados son los siguientes:
  • Pérdida de fuerza en un brazo o una pierna, o parálisis en la cara (hemiparesia/hemiplejía).
  • Dificultad para expresarse, entender lo que se le dice o lenguaje ininteligible (afasia).
  • Dificultad al caminar, pérdida de equilibrio o de coordinación.
  • Mareos, dolor de cabeza brusco, intenso e inusual, casi siempre acompañado de otros síntomas.
  • Pérdida de la visión en uno o ambos ojos.
  • Además de las manifestaciones físicas, hasta un 50% de las personas que sobreviven a su ataque cerebral sufren depresión durante los primeros años. A pesar de esto, en la mayoría de los casos se omite el diagnóstico, lo que repercute negativamente en el paciente.
No obstante, numerosos cuadros de ACV de baja intensidad y duración pasan inadvertidos por lo anodino de la sintomatología: parestesias, debilidad de un grupo muscular poco específico (su actividad es suplida por otros grupos musculares), episodios amnésicos breves, pequeña desorientación, etc. No sería muy descabellado decir que son estos síntomas menores los más frecuentes, teniendo una gran importancia, porque ponen sobreaviso de la patología subyacente de una forma precoz. 

Rehabilitación

Se requiere de un programa de rehabilitación interdisciplinaria que provea una asistencia integrada para las personas que han sobrevivido a un ataque cerebral. Que atienda tanto los aspectos motores como los relacionados con el habla, los trastornos visuales, las actividades de la vida diaria y las secuelas incapacitantes como la espasticidad, para que el sobreviviente del ACV puedan alcanzar un grado de independencia suficiente como para retomar, al menos parcialmente, sus actividades habituales. Este equipo interdisciplinario debe estar formado por Kinesiólogos, Neuropsicólogos, fonoaudiólogos, terapistas ocupacionales, y los relacionados con la medicina, como el mèdico fisiatra, el psiquiatra y el neurólogo. Otro grupo que se ve afectado luego de un ACV son los familiares y amigos de la persona quienes requieren de orientación sobre la mejor manera de acompañar a la persona que se está recuperando de su ataque cerebral. Esto fundamentalmente por que, ante la incertidumbre y angustia en la que se encuentran, pueden actuar obstaculizando el proceso de rehabilitaciòn. 

Prevención
  • Lo fundamental es controlar los factores de riesgo asociados; fundamentalmente, son la tensión arterial, el colesterol y la diabetes.
  • Evitar tabaco y alcohol.
  • Hacer vida sana: ejercicio físico, dieta saludable rica en verduras, frutas y grasas poli-insaturadas (EPA, DPA, DHA), con poca sal y evitando elevadas cantidades de grasas saturadas y azúcares (harinas).
  • Seguir las recomendaciones del médico de cabecera, quien tiene acceso a la información pertinente relacionada con la salud de cada individuo.
  • Evitar el sobrepeso.
  • Evitar deportes de contacto o sobreesfuerzos.

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